viernes, 5 de agosto de 2016

Capítulo 7: Leer para aprender


Antes que nada, quien desee hacerse de una buena formación necesita convertirse en un lector que comprenda bien lo que lee, más aun, la capacidad para leer con rapidez y alta comprensión constituye uno de los aspectos fundamentales de la conducta inteligente de los individuos en cualquier sociedad avanzada.

Por consiguiente el objetivo  de la lectura es hacer posible la comprensión de los materiales escritos, evaluarlos y usarlos para nuestras necesidades.

Por otra parte, las estrategias cognitivas son procedimientos específicos o formas de ejecutar una habilidad determinada, según Derry y Murphy “la estrategia se refiere al conjunto de actividades mentales que emplea el sujeto de una situación de aprendizaje, para facilitar la adquisición del conocimiento.

En este sentido, las estrategias cognoscitivas son: parafrasear, inferir, resumir, predecir, clarificar y preguntar, con el propósito de adquirir conocimiento. Mientras que, por otro lado, las estrategias metacognitivas son las que se emplean para controlar o autorregular el procesamiento de información y abarca el planificar las acciones apropiadas para recordar lo que esta almacenado en el cerebro.




En resumidas cuentas, la lectura debe ser utilizada como el principal mecanismo de enseñanza durante el aprendizaje, debido a esto el niño tiene que ser estimulado desde su edad pre-escolar, por eso, es de gran importancia que la familia participe en este proceso, porque si los padres incentivan a sus hijos con contenidos interesantes, despertarán el interés por la lectura .

Adicionalmente, si el niño es animado adecuadamente para la lectura en sus inicios del aprendizaje,  le permitirá el desarrollo de procesos que lo lleven más allá de un simple razonamiento, generando así una persona crítica capaz de analizar y argumentar.




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